Vivir en Alcudia, conoce su centro histórico
11 septiembre, 2023
En la costa norte de Mallorca está la ciudad de Alcudia, un lugar ideal para vivir cerca del mar y tener todas las comodidades de una ciudad moderna y cosmopolita, con un corazón lleno de historia.
El nombre de Alcudia, como otros muchos topónimos de la isla, procede del árabe significa cerro o colina. El origen de su historia, sin embargo, se remonta al año 70 antes de Cristo, cuando los romanos fundaron una nueva ciudad a partir del asentamiento de Pollentia.
Los orígenes de Pollentia, la ciudad romana
Pollentia fue fundada por el cónsul romano Quinto Cecilio Metelo en el año 123 antes de Cristo, después de la conquista de Mallorca.
Esta fecha es muy importante para la isla porque representa el inicio de la vida urbana: entre el siglo I a C y el siglo III d C, Alcudia y Pollença, que habían llamado la atención de los romanos por su ubicación estratégica, construyeron entre ambas la ciudad de Pollentia, que se convirtió en la más importante de esa época en Baleares.
Tenía una extensión de entre 15 y 20 hectáreas, trazado reticular orientado norte-sur y una envidiable organización del tejido urbano, con sistema de alcantarillado y una red de suministro de agua potable.
En la zona central, la ciudad tenía un foro que era la plaza y el espacio de la vida pública romana. Aquí había un Templo Capitolino acompañado por dos templos menores, una amplia zona comercial y muchos elementos decorativos que hablan de la importancia que tenía Pollentia.
A las afueras había un teatro, muy cerca del lugar en la que debía de estar el puerto en época romana, y es uno de los elementos más representativos de todo el conjunto.
Lo más interesante es que es un teatro excavado en la roca, que en su día aprovechó el desnivel natural del terreno. Conserva gran parte de la estructura original, hasta el punto de que se pueden observar, hoy en día, los tres elementos más destacados: la cávea, la orchestra y la escena.
El teatro romano de Pollentia recupera su antiguo esplendor cada mes de agosto, ya que el ayuntamiento de Alcudia lo convierte en escenario de las muchas actividades que tienen lugar durante el programa Agosto a la fresca.
La edad media: la época dorada de Alcudia
Paseamos ahora por la edad media de Alcudia, que se refleja especialmente en su casco antiguo. Es un barrio muy bien conservado, con sus casas de piedra, calles centenarias y la muralla, que rodea lo que era el núcleo primitivo, y que deja claros testimonios de que la época medieval fue una de las mejores que vivió la ciudad.
Como siempre que se construye una, la muralla tenía funciones defensivas. No hay que olvidar que Alcudia está situada muy cerca de mar, y por lo tanto, siempre estaba expuesta a los ataques de piratas y corsarios que solían navegar por el mediterráneo y no dudaban a la hora de asaltar las costas mallorquinas para secuestrar a sus habitantes y convertirlos en esclavos. El muro tiene seis metros de altura y una longitud de un kilómetro.
En el siglo XIV el rey Jaume II mandó construir la muralla para proteger a los ciudadanos. En la estructura se planificaron tres aberturas o puertas de acceso, que se distribuyeron de manera estratégica para permitir o cerrar el paso a la ciudadela. Recibieron el nombre de Porta del Moll, Porta de la Vila Roja y Porta de Mallorca.
Es muy interesante observar la ciudad desde el paseo de ronda de la muralla, y hacer el mismo trayecto que hacían los guardias apostados en el muro, para vigilar y avisar de la llegada de intrusos.
El centro de Alcudia
Una vez realizado el camino de la muralla, se llega al casco antiguo de la ciudad, donde se recomienda visitar el museo arqueológico, uno de los más importantes de Mallorca.
Además, en la iglesia parroquial de Sant Jaume, que data de finales del siglo XIX y que originariamente estaba integrada en la muralla, hay otro museo en el que se exhiben varis objetos importantes: vestimentas litúrgicas antiguas y los hallazgos arqueológicos de época romana, que forman un pequeño pero interesante monográfico.
Observando las monedas, tabletas de mármol, las teselas de los mosaicos o las ánforas es posible vislumbrar la manera de vivir que imperaba en la ciudad romana de Pollentia.
En el centro de Alcudia se puede visitar la iglesia gótica del Oratorio de Santa Anna, que es una de las construcciones más antiguas de la ciudad, ya que data del siglo XVIII y se eleva en el borde sur de la muralla.
En los alrededores destacan las fachadas de las casas, de aspecto señorial y muy bien cuidadas, que son de época renacentista. Estas viviendas pertenecían a las familias más pudientes y adineradas, y aún es posible observar los escudos con los apellidos de los antiguos propietarios.
Entre historia y museos, el barrio antiguo de Alcudia constituye un lugar perfecto para comer, cenar o tomar algo, ya que está repleto de terrazas, tiendas de productos artesanos y cafeterías.
Durante el día, especialmente los fines de semana, las calles están llenas de visitantes, extranjeros y mallorquines, que pasean y compran, disfrutando del ambiente.
Por las noches las murallas se iluminan, dando una imagen casi irreal y traspasada en el tiempo, a pesar de la moderna electricidad que hace posible la estampa.