5 de los mejores productos artesanos de Mallorca
25 September, 2023
La gastronomía es uno de los atractivos de Mallorca y hoy queremos hablarte de los 5 mejores productos típicos que puedes degustar en la isla. Después de todo, al comprar una casa en Mallorca, ya sea para primera o segunda residencia, es importante conocer los lugares más emblemáticos de la tierra, pertenezcan a al mundo de la cultura y el arte o a la montaña o el mar.
Los productos típicos de una región hablan de tradición, agricultura, ganadería, economía, historia… y es capaz de mostrar aquellas partes de un pueblo que no podrían conocerse de otra manera.
En las Baleares la gastronomía es particular y, aunque tiene rasgos similares, en cada una de las islas tiene sus variaciones y características propias.
Los productos típicos de Mallorca son mediterráneos, por supuesto, y entre ellos hoy queremos destacar cinco que hay que probar y tener en casa para ser considerado un auténtico mallorquín, ya sea de nacimiento o de adopción.
¿Quién no ha oído hablar de la sobrasada?
Porque este es, precisamente, uno de los productos típicos de Mallorca que hay que probar sin ningún tipo de duda. El primero de esta lista.
La sobrasada se elabora en Mallorca desde hace varios siglos. De hecho, uno de los primeros registros que se encuentran en referencia a este embutido tan típico de Mallorca es del año 1403, cuando un rey, Martín de Aragón, pidió que en su mesa hubiera sobrasada, entre otros productos.
Hay diferentes tipos de sobrasada según el tipo de tripa que se utilice para su conservación: rizada y semirrizada, pultrú, culana, talec… Si aún no sois muy expertos en la materia, os aconsejamos que preguntéis cuál es más adecuada en cada caso.
Dependiendo del tamaño la sobrasada se usa para comer con pan, para cocinar o para poner sobre una coca de verduras, entre otros usos culinarios.
La elaboración suele ser la misma en prácticamente todos los casos, con pequeñas variaciones según el maestro artesano: carne de cerdo, sal, pimienta y pimentón. Se puede elegir la versión “normal” o bien la versión picante. En cualquier caso, ambas son deliciosas.
Diferentes tipos de ensaimada mallorquina, otro producto típico
La ensaimada en Mallorca es uno de los postres que se pueden servir en casi cualquier ocasión. Es tan versátil que no es extraño ver quién la toma de desayuno con un café, o como postre, como merienda con un chocolate, o incluso como cena en ocasiones que lo merezcan.
La ensaimada de Mallorca se come con helados, bebidas calientes y frías, y se puede elegir el formato, individual o bien de diversos tamaños, según el número de comensales.
Aunque se puede tomar “lisa”, es decir, sin ningún complemento, se rellena o se cubre de los ingredientes más variados. Nata, chocolate, una combinación de ambos, crema que se sopletea para que forme una capa crujiente de caramelo, turrón de almendra… Incluso y a pesar de que los más puristas se lleven las manos a la cabeza, de chocolatinas, bolitas de azúcar, nubes dulces y otras fantasías diversas.
La sobrasada también tiene cabida en una ensaimada. De hecho, en carnaval, se cocina una llamada de “tellades” que consiste en colocar rodajas de sobrasada y trozos de calabaza dulce antes de hornearla. Una delicia.
La tradición de la ensaimada es conocida desde hace siglos en Mallorca. Se sabe que en el siglo XVII ya se cocinaba y se consumía, ya que en algunos textos se describe una especie de brioche en espiral. Su nombre proviene de su principal materia prima, la manteca de cerdo, que en mallorquín se llama “saïm”.
Galletas de aceite, un mallorquín nunca viaja sin ellas
Son el tentempié para todo en Mallorca y, fuera de la isla, ningún mallorquín que se precie viajará sin ellas en su maleta. La receta de estas galletas es muy sencilla: harina de trigo, aceite, manteca, sal y levadura.
Todos los ingredientes se mezclan hasta obtener una masa homogénea y luego se les da forma de galleta, más grande o más pequeña, pero siempre con tres puntitos que se pueden hacer con un palillo, y que son uno de sus rasgos más característicos.
Como en casi todo, los maestros han empezado a introducir variantes y particularidades y hoy podemos encontrar en el mercado galletas de aceite de pimentón, sésamo, romero, semillas de chía, ajo y cualquier hierba o especia que las haga más sabrosas.
La tradición de las galletas de aceite viene de la época en la que los pescadores tenían que comer algo que no se echara a perder y que aguantara bien todas las jornadas, y este producto tan típico de Mallorca resultó ser una magnífica opción.
Otro de los productos típicos de Mallorca: la miel
Cada apicultor tiene sus secretos y, dependiendo de las flores que frecuenten las abejas, la miel es de una forma u otra.
En Mallorca el pueblo de Llubí es el más famoso productor de miel mallorquina, tanto que en otoño celebra una feria especial dedicada a la miel, donde se puede degustar y encontrar en muchos formatos.
Pastillas de miel, cera de abejas, jalea real, en conserva con higos secos… Se trata, sin duda, de uno de los productos más versátiles de Mallorca.
En la isla las colmenas se suelen colocar cerca de bosques de algarrobos y encinas para que las abejas polinicen las flores de estos árboles y elaboran la miel, que tiene una tonalidad más oscura y un aroma característico, muy típico de esta zona de Mallorca.
La extracción de la miel se hace de manera completamente natural para garantizar todas sus propiedades.
De medicina a vermut: el licor de hierbas
Hay tres tipos de licor de hierbas: dulce, seco o semi. Empezó como una medicina que elaboraban los monjes, pero pronto el pueblo lo popularizó para fines que no tenían tanto que ver con la salud, y hoy es uno de los productos típicos de Mallorca, más conocidos y que todo mallorquín debe tener en su mueble bar o despensa.
El licor de hierbas tiene un color verde muy característico se elabora con más de 30 plantas aromáticas y medicinales de Mallorca como el hinojo, la manzanilla, la verbena y el romero. También tiene limón y naranja y una base de licor de anís.
Es muy habitual que familias y amigos se reúnan en los meses de abril y mayo para recoger estas y otras muchas hierbas y elaborar su propio licor para la temporada.